Un productor agropecuario que tiene 5 o 10 trabajadores necesita mucho más que los 10.000 o 30.000 bolívares que entregan en el banco para pagarles. La única manera que tiene para darles a los empleados el dinero que les corresponde es en efectivo, porque la gran mayoría no está bancarizada y no tienen acceso a las instituciones financieras por estar en zonas rurales. “Eso coloca al sector en una situación bastante compleja porque inexorablemente te hace ir a un mercado que se ha creado con el efectivo. En el occidente el dinero en efectivo se ha convertido en una mercancía”, afirmó Gerardo Ávila, presidente de Fegalago.